jueves, 21 de julio de 2011

Imaginación

Esta es una historia que escribí hace no mucho en mis tiempos de ocio. Representa lo que unos simples sueños pueden significar mientras los sueñas. Mágico.
- Riverin


Despierto, prendo la luz y espero. ¿qué espero? no lo sé, pero me canso de esperar rapidamente. Me levanto y salgo del cuarto. Todo está muy callado, es un buen momento para una caminata. Bajo las escaleras, y voy a la cocina, tomo un vaso de agua y camino hacia la puerta. Salgo. 
Camino y camino, voy por calles solitarias que prenden luces cuando paso. No escucho ni el cantar de los pajaros, pero no se porque, no me extraña, me parece normal. Sigo caminando y llego a la avenida principal. Veo a mi alrededor, todo está como siempre. Los edificios, los postes de luz, la fuente, las aceras, los carros estacionados a los lados. Pero, de repente, doy un giro y volteo mi cabeza, algo sucede. Los edificios empiezan a cambiar su forma, un humo los rodea como si los estuviera moldeando. Veo el cambio con paciencia, ¿qué va a suceder?. Cuando el humo desaparece, el edificio había desaparecido y en su lugar habia una columna en forma de espiral que reflejaba todos los colores del arcoiris en unos patrones hermosos de luz. Sorpendida, parpadeo varias veces, pero no desaparece, en cambio, todos los edificios empiezan a cambiar con formas diferentes todos, pero  igualmente hermosos. No podía creer lo que sucedía, pero aún así con el alboroto, me sentía en paz, no estaba asustada. La fuente también cambió, el mismo humo la rodeo y la convirtió en in gran monumento de cristal en el cual bajaba agua de una manera majestuosa, sin esfuerzo alguno, y justo cuando tocaba el piso, el agua se volvía humo, pero no vapor, un humo que brillaba y que rodeaba nuevamente la nueva fuente y volvía a bajar como agua. 
Todo parecia haberse calmado. Cuando veo a los carros, éstos también son rodeados con el humo, pero en vez de volverse algo material, al carro le salen alas, y su cuerpo va cambiando lentamente hasta convertirse en una gran libelula que volaba sobre mi. Los postes de luz se convirtieron en los habitantes de este nuevo mundo. A éstos le salieron brazos y piernas y caminaban por las calles. Me ignoraban, era como si yo no estuviera allí. Por último mire a mis pies, el piso también había cambiado. Una capa de nieve lo cubría, pero no hacía frio, al contrario, estaba tibio el clima. Todo era maravilloso, perfecto. 
Corrí hacía todos los lados para conocer mejor el lugar. Todo era tan hermoso, que nunca me quisiera ir de allí. Ví una pequeña roca en el suelo que seguía siendo como antes. Sin saber lo que sucedería, dirigí mi mano hacía ella, y la trate de manipular. Sin si quiera tocarla la roca tomaba la forma que mis manos simulaban, y también tomo un material diferente, el color cambio hacía lo que yo quería. Esto llamó mi atención. Intenté lo mismo con diferentes cosas y todas funcionaban. No sabía que tenía poderes, eso era muy extraño. Pensé y pensé hasta que una pequeña mariposa de color azul, blanco y verde se poso en mi dedo. Y ahí me di cuenta ésto no es real, pensé. 
Estaba imaginando todo. Todo estaba en mi cabeza, este mundo maravilloso lo había creado mis pensamientos. Y como siempre, cuando uno se da cuenta que sueña... Despierta.

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