cuando uno esta en una religión, siempre de dicen a uno que la defienda no importa que, pero en mi caso, cristiana, cuando a uno le dicen esto normalmente nunca piensa que le tocará defender la religión, "siempre será trabajo de un sacerdote, no mio" uno piensa.
Hoy fue la primera vez que me tocó defender mi fe.
En clases de guitarra, un chamo es ateo y el profesor no es creyente. Empezamos a hablar de que mañana me confirmo. La forma en que me dijeron que Dios no era real, que todo eran tonterias... me hirió. Ahí me di cuenta que era mi deber defender mi fe. La defendí lo más que pude, y estoy satisfecha con mi trabajo.
Con todo esto de la confirmación, debo admitir, estaba muy nerviosa e insegura. La confirmación es algo muy grande y es apra siempre, y la verdad no quería hacer algo que después me iba a arrepentir, pero hoy, al defender mi fe, me di cuenta que no estaba haciendo la decisión incorrecta, sino la verdadera. Nunca me sentí más orgullosa de ser cristiana, y nunca estuve más segura de la religión con la cual quiero morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario